El despertar (2019/2020)
El 18 de octubre de 2019 se inició en Chile la revuelta más grande vivida en el país desde el fin de la dictadura. Una subida en la tarifa del metro de Santiago fue el detonante para que se desencadenaran una serie de protestas a nivel nacional en contra de la desigualdad generada por el sistema neoliberal, implantado con la dictadura de Pinochet, en un país donde la riqueza se concentra en un pequeño sector de la población y el acceso a los servicios básicos de calidad no están al alcance de todos. Durante el estallido social, las protestas fueron fuertemente reprimidas y se produjeron numerosas violaciones a los derechos humanos por parte de agentes del Estado, dejando un saldo de más de 11.000 detenidos/as, 3838 personas heridas, más de 400 lesiones oculares y al menos 34 personas fallecidas.
A un año del estallido social, y como consecuencia de las protestas, se realizó un plebiscito para decidir si reemplazar o no la actual Constitución de 1980, promulgada en dictadura y garante de las políticas neoliberales. El 25 de octubre de 2020, con un 80% de los votos aproximadamente, el pueblo aprobó redactar una Nueva Constitución.
Las protestas bajaron de intensidad con la llegada de la pandemia, sin embargo el movimiento social generado tras la revuelta popular sigue presente en la población chilena.
El 18 de octubre de 2019 se inició en Chile la revuelta más grande vivida en el país desde el fin de la dictadura. Una subida en la tarifa del metro de Santiago fue el detonante para que se desencadenaran una serie de protestas a nivel nacional en contra de la desigualdad generada por el sistema neoliberal, implantado con la dictadura de Pinochet, en un país donde la riqueza se concentra en un pequeño sector de la población y el acceso a los servicios básicos de calidad no están al alcance de todos. Durante el estallido social, las protestas fueron fuertemente reprimidas y se produjeron numerosas violaciones a los derechos humanos por parte de agentes del Estado, dejando un saldo de más de 11.000 detenidos/as, 3838 personas heridas, más de 400 lesiones oculares y al menos 34 personas fallecidas.
A un año del estallido social, y como consecuencia de las protestas, se realizó un plebiscito para decidir si reemplazar o no la actual Constitución de 1980, promulgada en dictadura y garante de las políticas neoliberales. El 25 de octubre de 2020, con un 80% de los votos aproximadamente, el pueblo aprobó redactar una Nueva Constitución.
Las protestas bajaron de intensidad con la llegada de la pandemia, sin embargo el movimiento social generado tras la revuelta popular sigue presente en la población chilena.